Mi trabajo con las personas que tienen alguna patología o discapacidad ha sido todo un reto pero algo que disfruto enormemente. Los niños llegan, siempre, porque sus padres desean una mejor calidad de vida para ellos. Ambos, padres e hijos, empiezan con un arduo trabajo en equipo donde el esfuerzo llega a ser abrumador pero gratificante.
AeroYoga me ha permitido darles a esas familas momentos de mucho aprendizaje: trabajo en equipo, trabajo en familia, paciencia, tolerancia, aceptación y motivación.
El trabajo de propiocepción y del sistema vestibular son los más fuertes y con los que logramos ver fortalecidos muchísimos aspectos de los niños, jóvenes y adultos:
𝗟𝗔 𝗧𝗘𝗥𝗔𝗣𝗜𝗔 𝗗𝗘𝗟 𝗖𝗢𝗟𝗨𝗠𝗣𝗜𝗢 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗡𝗜Ñ𝗢𝗦 𝗖𝗢𝗡 (𝗼 𝘀𝗶𝗻) 𝗔𝗨𝗧𝗜𝗦𝗠𝗢
Ahora que estamos en casa y las terapias presenciales se han cancelado, una gran opción con múltiples beneficios para los niños y adultos es el uso del columpio en casa

El procesamiento de los estímulos de los sentidos de la vista, olfato, oído, tacto, gusto, equilibrio y el cuerpo es abrumador. Los que viven con autismo, a menudo deben retirarse para evitar la sobre-estimulación, o tratar de equilibrar los sentidos con los mecanismos de desarrollo propio y comportamientos repetitivos.

Las personas con diferentes trastornos del espectro autista como el autismo, PDD, TDAH, disfunción propioceptiva de Asperger y la defensa táctil se beneficiarán del uso de esta terapia y de los cambios generados como parte de la misma.
Además, los niños y adultos con trastornos del procesamiento sensorial (también llamados trastornos de integración sensorial), especialmente aquellos con disfunción propioceptiva o vestibular, 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐫í𝐚𝐧 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐥𝐮𝐦𝐩𝐢𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧 𝐞𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐫𝐮𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨.

Los niños que encuentran el suave movimiento de los columpios podrán relajarse y descansar mientras los usan, y tener sueños profundos y reparadores por las niches.

Los niños que tienen una disfunción vestibular se sentirán incómodos, para ellos, el columpio es la manera de recuperar el equilibrio y aprender a tolerar los estímulos vestibulares.

El movimiento de balanceo restablece el equilibrio a la sistema vestibular, proporciona información propioceptiva (presión profunda) y en general ayuda a los pacientes dentro del espectro autista, y los niños se sienten más “en equilibrio”.

El movimiento suave y el balanceo relajan y aumenta la concentración. Los niños que tienen problemas para concentrarse en tareas como la lectura o matemáticas, les resulta más fácil concentrarse en un columpio y su organismo está comprometido en un movimiento suave.
Algo muy importante en los adultos es que, con este trabajo, logramos bajar los niveles de cortisol y adrenalina, eso nos permite nivelar positivamente sus químicos “positivos” para bajar ansiedad, ataques de pánico e insomnio.
En el adulto con patologías, es básico trabajar, primero, desde las emociones para, después, pasarnos al cuerpo físico que también necesita ser fortalecido para completar un apoyo integral en ellos.