Qué nos aporta esta postura:
·Tonificación del core: Centro abdominal y suelo pélvico.
·Fortalecimiento de brazos, hombros y cuello.
·Conciencia y fuerza de la musculatura lumbar.
·Estabilización de la musculatura abdominal oblícua y transversa así como de la intercostal.
·Aumento del sentido del equilibrio, desarrollo de la conciencia del cuerpo en el espacio, propiocepción y control de la presión arterial.
·Desarrollo de las capacidades respiratorias, esta postura sobreexpone la zona costal y pulmonar y atrae el aire y el oxígeno hacia los pulmones.
Riesgos:
Esta postura es exigente para la zona lumbar y cervical, siempre debe realizarse activando la musculatura abdominal y suelo pélvico. Evitar en personas con problemas cervicales o lumbares. AAA
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